En nuestra siguiente entrada vamos a cubrir el esqueleto de una historia con la materia de nuestra imaginación: Os ofrezco las primeras palabras de cada párrafo y vosotros/as debéis completarlos formando una historia coherente. A ver que se nos ocurre.
- Se trataba de un muchacho corriente: en los pantalones se le formaban rodilleras, leía historietas, ...
- Una tarde Armando llegó cansado del trabajo, se quitó los zapatos, ...
- El muchacho no tuvo más remedio que dejar de reír y, al mismo tiempo, ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario